Gabriel CruzFotos: Diablos Rojos
El estreno de Robinson Canó con la franela de los Diablos Rojos del México, no podía ser más impactante. El pelotero dominicano brilló con el madero y el guante, para guiar a los pingos a un triunfo histórico sobre los afamados Yanquis de Nueva York.
La de Canó fue una de esas jornadas inolvidables, equiparable a la ocurrida hace 56 años, cuando los Diablos Rojos vencieron a los llamados "Bombarderos del Bronx"; este domingo 24 de marzo, el Estadio Alfredo Harp Helú atestiguó un nuevo triunfo infernal, ahora con pizarra de 4-3.
En aquel emblemático 1968, el pitcher Ramón Arano fue el estandarte de la victoria al lanzar la ruta completa en camino a una victoria de 5-3, en el legendario Parque del Seguro Social.
Robinson Canó se enfundó el traje de héroe en esta ocasión sobre el diamante capitalino, que ardió con la pasión de más de 20 mil aficionados.
El ex ligamayorista se fue de 4-3 al bat, con dos carreras anotadas y dos producidas. Un home run (su primer hit con el equipo) encaminó la tarde en la que solo le faltó el triple para completar el ciclo.
Tan brillante fue el debut de Canó, que opacó en cierta forma, lo hecho en la lomita por el estelar Trevor Bauer, quien lanzó tres innings en blanco y admitió cuatro hits.
Sonriente, con un sombrero de charro para celebrar su primer estacazo, Robinson emuló al aventurero que fue inmortalizado en el cine, para hacer su propia conquista, la del infierno escarlata, donde parece decidido a ser la bujía que ha necesitado la novena para ganar el campeonato 17 de la LMB.
LA FIESTA ESCARLATA
El cero en la pizarra desapareció al mismo tiempo que la pelota se iba por todo el jardín derecho, cortesía de Robinson Canó, quien en la cuarta entrada encendió el infierno.
Dos turnos más tarde, Canó conectó doblete y anotó el 2-0 con rola de Japhet Amador. Arístides Aquino llegó para seguir la fiesta con un sencillo al central, que le permitió a José Rondón alcanzar el plato con la tercera anotación roja.
En la lomita, el pitcheo colgó siete argollas consecutivas, antes de que la artillería escarlata sumara una carrera más, cuando Canó despachó imparable al central que mandó a la tierra prometida a Juan Carlos Gamboa (4-0).
La blanqueda innimaginable sobre los Yanquis estaba a punto de concretarse, pero la novena de las Grandes Ligas respondió en el noveno rollo con tres ocasiones, insuficientes para evitar la caída.
Este lunes 25 de marzo, Yanquis y Diablos Rojos se medirán por segunda y última ocasión, en un duelo que comenzará a las 6 de la tarde en el Estadio Alfredo Harp Helú.
Los pitchers abridores serán el mexicano Luis Serna, por los neoyorquinos, y Ronnie Williams, por la pandilla escarlata.
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